Tiroiditis subaguda

Vicario Bermúdez, JM.; Caballero Castro, J.; Villanueva Gimeno, M.M; Vidal Marin, M.; Iannuzzelli Barroso, C.; Garzarán Tejeiro, A.
Medicina Interna. Obispo Polanco de Teruel

INTRODUCCIÓN / OBJETIVOS: la tiroiditis subaguda, fue descrita por primera vez por De Quervain en 1904, representa el 5% de todas las enfermedades tiroideas, siendo la causa principal de dolor a nivel de tiroides. Afecta más a las mujeres que a los varones (3-5:1) y es más frecuente en las personas que tienen bocio multinodular previo. Dentro de las etiologías más probables son una infección viral o un proceso inflamatorio postinfeccioso. La clínica típica incluye dolor cervical anterior, bocio difuso y alteración de la función tiroidea, que sigue un curso predecible en la mayoría de los casos. Sin embargo, cuando la clínica es atípica, esta enfermedad puede ser difícil de diagnosticar y en estos casos será clave la evolución del proceso patológico del paciente. El tratamiento fundamental es el ácido acetilsalicílico o los antiinflamatorios no esteroideos a altas dosis. Sólo en las situaciones en las que no haya mejoría o las manifestaciones clínicas sean muy severas de inicio, se añadirá al tratamiento glucocorticoides en pauta descendente, que mejoran la clínica pero no acortan el proceso patológico. El tratamiento se deberá continuar hasta que se produzca una mejoría de la clínica, que suele ocurrir en las 4-8 semanas posteriores.

MATERIAL Y MÉTODO: paciente mujer de 50 años que consultó por clínica de 18 días de evolución, caracterizada por cefalea occipital opresiva, dolor laterocervical derecho irradiado hacia la cara y los hombros, desde hace 14 días se añade sensación distérmica con fiebre cuantificada en 38 grados de forma persistente a predominio vespertino asociado a malestar general progresivo y deterioro del estado general. Como antecedentes personales de interés presenta fibromialgia, mastopatía fibroquística, intervenida de hernias discales con artrodesis C4-C5-C6. En la exploración física se objetivó febrícula de 37,8 °C y dolor intenso a la palpación a nivel laterocervical derecho con presencia de adenopatías cervicales menores de 1cm dolorosas.Se realizó una analítica general donde destaca FA: 252 UI/L. T4 libre; 3,83 ng/dl. TSH: 0,01 uUI/ml. Hemograma y fórmula leucocitaria normales, VSG: 53 mm/1ªh.. Serologías virales negativas. Mantoux negativo. RX de tórax: normal. De forma ambulatoria se realizó una ecografía tiroidea en la que se observó Tiroides ligeramente heterogéneo, multinodular. Ante dichos datos clínico y analíticos se decide ingreso en el servicio de medicina interna con la sospecha diagnóstica de tiroiditis subaguda.

DISCUSIÓN: cuando la tiroiditis se presenta de forma típica, es fácil llegar al diagnóstico e instaurar un tratamiento adecuado; sin embargo, el diagnóstico precoz supone un reto para los clínicos en los casos de presentación atípica. En menos de un 10% de los casos la tiroiditis subaguda puede presentarse con un nódulo tiroideo único, ante dichos datos se debe plantear el diagnóstico diferencial con otras alteraciones tiroideas que pueden cursar con clínica similar de dolor, tumefacción cervical y fiebre, tales como la tiroiditis aguda, que viene a ser una enfermedad poco frecuente pero muy grave, el quiste tiroideo complicado hemorrágico o la misma tiroiditis de Hashimoto. La evolución del paciente será fundamental para llegar a un diagnóstico adecuado.

CONCLUSIONES: la evolución de nuestra paciente fue favorable, se mantuvo afebril durante todo el ingreso. Recibió tratamiento corticoideo con lo cual presentó notable mejoría de su sintomatología general a las 24 horas de iniciado. La paciente aún se encuentra pendiente de la realización del estudio citológico tiroideo, así como la repetición de una nueva función tiroidea y niveles de TSH.

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